Más a allá de estar completamente de acuerdo con la forma en la que Augé crea y desarrolla el concepto de "no lugares"*, o de simplemente sentirlos igual que él, sí sentí atraído por su idea desde que la escuché por primera vez, diez o quince años antes de terminar este librito.
Precisamente, mis inquietudes de todo este tiempo han estado ambientadas ahí, en esos sitios fríos e impersonales.
Mis no lugares son pedazos de realidad y ficción que albergan algunas de mis preocupaciones más cotidianas, que dan voz a mi pesimismo existencial, a mis sueños frustrados y a mi ajustada esperanza en el ser humano.
Mientras revisaba los textos, pensaba en el peso que había cobrado la responsabilidad en muchas de mis divagaciones; el miedo a convertirme en adulto de una generación perdida, a sufrir deudas, a acomodarme en el bienestar…
Por eso, si lees este libro de uno o dos tirones (yo recomendaría leerlo de a poco), es posible que sientas cierta repetición egotista.
No he querido hacer considerables alteraciones para respetar la originalidad de los textos y el momento en el que fueron escritos. De hecho, he dudado mucho si incluir o no alguna de estas piezas.
En este libro hay una pequeña parte de lo que he escrito durante los últimos dieciséis años, y me he empeñado en añadir textos muy prematuros, de cuando apenas era consciente de mi propia existencia, porque, de una forma abstracta e inenarrable, encajan.
Por último, me gustaría advertirte de que no están colocados en orden cronológico y que he usado notas a pie página como me ha dado gana.
Sin más dilación, espero que te gusten mis no lugares.
* Maxi Korstanje (2006) “El viaje: una crítica al concepto de «no lugares»”, Athenea Digital, N.º 10.